5 posturas para dormir embarazada
Desde que estás embarazada, tu cuerpo te resulta extraño y tienes una serie de problemas extra que generan (entre otras cosas) insomnio ligado al embarazo. Por ejemplo, el de intentar encontrar una posición cómoda para conciliar el sueño.
Dormir boca abajo
Hasta el segundo trimestre, la barriga no ocupa mucho espacio y no debería ser una molestia. De hecho, si es tu primer hijo, lo más normal es que no se te note el embarazo antes del 4º mes.
A lo mejor estás evitando dormir boca abajo por miedo a hacer daño al bebé: no te preocupes, el feto está muy cómodo donde está, flotando en el líquido amniótico, y la presión que le llega es muy débil. Puedes dormir boca abajo sin preocuparte mientras no te resulte incómodo. Sin embargo, es posible que no tardes en sentir incomodidad: algunas mujeres se dan cuenta de que están embarazadas cuando dormir boca abajo empieza a resultarles incómodo.
Dormir boca arriba
También podrías tener dificultades por dormir boca arriba. Como es sabido, esta es la mejor postura para la circulación sanguínea... ¡excepto cuando estás embarazada!
A medida que avance el embarazo, el útero irá creciendo y ejercerá más presión sobre la vegija y los vasos sanguíneos. Debido a esto, puedes notar molestias o sofocos rápidamente. No obstante, si no tienes ninguno de estos síntomas, duerme boca arriba y no te preocupes de más: también puedes elevar los pies con una almohada para estar más cómoda.
A partir del tercer trimestre, probablemente ya no puedas dormir de espaldas. De hecho, un estudio americano de 2006 con mujeres embarazadas entre las semanas 29 y 38 mostró que esta postura implica más presión sobre el abdomen y disminuye el flujo de sangre hacia el útero. Evita esta posición si te sientes mal en cuanto te tumbas.
Dormir sobre el lado derecho
Es probable que dormir sobre el lado derecho ejerza presión sobre tu vena cava inferior. La vena cava es un gran vaso sanguíneo que está un poco a la derecha en el cuerpo, frente a la columna. Si se obstruye, puede causar malestar, pero, a diferencia de lo que se suele pensar, hacer presión sobre ella no influye sobre el flujo sanguíneo del bebé.
Dormir sobre el lado izquierdo
A las embarazadas suelen aconsejarles que duerman sobre el lado izquierdo, porque esta postura mejora ligeramente el flujo sanguíneo y la respiración. ¡Es cierto! En cualquier caso, los mejora si la comparamos con otras posturas, como dormir boca arriba o sobre el lado derecho.
En caso de duda, duerme sobre el lado derecho, siempre que estés cómoda.
De tres cuartos
Si eres tan hípster que nada te va bien, prueba con esta posición intermedia.
Es fácil conseguir un cojín maternal que te ayudará a apoyar mejor la cabeza. También te ayudará después, si optas por dar el pecho. Mantén una pierna doblada y la otra extendida con una almohada o cojín entre las piernas, para permitir una circulación sanguínea adecuada y aliviar la tensión muscular y las articulaciones. Estas sufren una presión extra porque llevan un bebé encima todo el día.
Para mayor comodidad, no dudes en coger un montón de almohadas y ponerlas donde quieras: bajo los brazos, bajo la barriga, detrás de la espalda (para evitar darte la vuelta de noche), una almohada ergonómica bajo la cabeza y más almohadas normales, si hace falta, para cerciorarte de que el cuello está bien apoyado.
Haz caso a tu cuerpo más que a nadie
Aunque puedas leer mil y un estudios sobre las ventajas e inconvenientes de cada postura para dormir, no desprecies las señales evidentes que tu cuerpo te envía. Si duermes en mala postura, deberías saberlo de inmediato, ya sea porque sientas malestar, mareo, dolor en la espalda y caderas... o porque el bebé te dé pataditas hasta que haya cambiado a una posición más cómoda en el líquido amniótico.
Es bueno cambiar de postura varias veces cada noche, pero no te preocupes demasiado si no te mueves mucho. Es de lo más normal tener problemas para dormir durante el embarazo y es mucho más importante para la futura madre dormir bien que despertarse 10 veces cada noche para recolocarse de acuerdo con un proceso cabalístico que, hipotéticamente, podría tener beneficios microscópicos...
¡Lo que sientas te dará la clave para estar realmente cómoda!
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