Embarazo y yoga
El insomnio durante el embarazo: llevas el equivalente a una pelota de fútbol adosado a la parte frontal de tu persona y eso hace que sufras insomnio durante el embarazo, además pesa como un saco de ladrillos. ¿Cómo vas a poder hacer ejercicio en estas condiciones? En especial, considerando que no quieres hacer demasiado esfuerzo, que podrías caerte y dañar al bebé...
Los beneficios del yoga
La solución está en un deporte que te ayuda a mantenerte en forma sin que apenas tengas que moverte: el yoga. Esta disciplina meditativa de la India ofrece posturas pensadas específicamente para fomentar el bienestar y la actitud zen de las embarazadas.
Ejercitando los músculos de las piernas, el abdomen y la parte baja de la espalda, preparas tu cuerpo para el parto y alivias las molestias. Practicando un deporte lento y tranquilo, te relajas y te aireas mentalmente, dejando de lado el estrés prenatal.
1ª postura: la montaña
Como ejercicio de estiramiento, empieza con la postura de la montaña. Refuerza la musculatura de muslos, rodillas y tobillos y procura firmeza al abdomen y los glúteos.
Ponte derecha, con los pies paralelos y ligeramente separados, las rodillas un poquito dobladas.
Junta las manos frente al pecho como para rezar, cierra los ojos, inspira profundamente y espira.
Inspira de nuevo, alza los brazos por encima de la cabeza y arquea la espalda ligeramente hacia atrás.
Espira, vuelve a ponerte derecha lentamente y sitúa los brazos en su posición inicial.
Repite lentamente el ejercicio 10 veces, acompasando la respiración.
2ª postura: el triángulo
La postura del triángulo ejercita el cuerpo entero.
Separa los pies a una distancia algo mayor que la que hay entre tus hombros. El pie derecho apunta al frente y el izquierdo hacia fuera.
Dobla la pierna izquierda poniendo la mano izquierda sobre el muslo, mirando al suelo.
Inspira mientras levantas el brazo derecho por encima de la cabeza, siguiéndolo con la mirada. El brazo izquierdo sobre el muslo te sirve de apoyo.
Espira mientras bajas el brazo y estiras la pierna izquierda, recuperando la posición inicial.
Vuelve a empezar y repite 5 veces, acompasando la respiración.
3ª postura: en cuclillas
Esta postura es buena como preparación para el parto, pero ten cuidado, no la practiques cuando el embarazo esté muy avanzado y sientas contracciones u otros síntomas de parto prematuro.
Para hacer este ejercicio, necesitarás un montón de cojines o almohadas.
Haz una pila de almohadas en el suelo, detrás de ti.
Separa las piernas y baja la pelvis hasta que te sientes en las almohadas, bien agachada. Pon las manos frente al pecho como si fueras a rezar.
Inspira profundamente por la nariz y relaja el suelo pélvico (los músculos vaginales).
Mantén la postura durante 10 ciclos respiratorios (inspiración-espiración).
4ª postura: el gato
Puedes pasar directamente de la postura anterior en cuclillas a la postura del gato. Esta técnica también puedes emplearla cuando estés dando a luz, para relajarte.
Ponte a gatas e inspira.
Arquea la espalda y apunta con el coxis hacia arriba, mirando al cielo.
Espira y arquea la espalda hacia fuera como un gato rabioso, llevando la barbilla hacia el pecho.
Lleva el cuerpo hacia atrás y siéntate sobre las piernas, doblando las rodillas y apoyando los antebrazos en el suelo.
Repite la secuencia 10 veces.
5ª postura: respirar con la barriga
Cuando estás estresada, el diafragma se bloquea. Respirando con la barriga, estimulas el diafragma y ejercitas el vientre, a la vez que llevas oxígeno a todo el cuerpo.
Siéntate sobre una almohada o cojín manteniendo la espalda derecha, con las piernas cruzadas en la postura del loto y las manos debajo de la barriga.
Cierra los ojos e inspira profundamente por la nariz, dejando flojas la cara y la mandíbula.
Relaja los músculos pélvicos.
Espira y repite lentamente el ejercicio.
¿Te ha gustado? Comparte :)