9 trucos naturales para estar sano
Si no te encuentras muy bien, ¡espera un momento antes de salir corriendo al médico! Puede que tu malestar se cure fácilmente con un remedio natural que puedas procurarte en casa y sin que te cueste dinero.
Aquí encontrarás algunos remedios naturales para molestias cotidianas que no revisten gravedad. Una importante advertencia a las embarazadas: algunas recetas no son adecuadas durante el embarazo o la lactancia.
La resaca
Para esta molestia clásica, resulta absolutamente necesario rehidratar el organismo: bebe agua, por supuesto, pero también zumos de fruta, porque contienen azúcares naturales que eliminan el alcohol. El zumo de tomate, en particular, te proporciona una buena dosis de antioxidantes, el batido de plátano repone las reservas de potasio y el agua de coco te llena de electrolitos de todo tipo. Si te apetece una bebida caliente, toma una tisana de hierbas con miel, limón y jengibre, que te evitará las náuseas.
Come lo que te apetezca para recuperar fuerzas, salvo que tengas diarrea: en este caso, el arroz te irá bien, pero lo más importante es quitarse el hambre.
Quemadura solar
Para aliviar la quemazón, aplica compresas empapadas en agua fría en la que hayas disuelto una cucharada de bicarbonato, hasta que mejores. Si no tienes bicarbonato a mano, puedes probar con una compresa impregnada en yogur natural o clara de huevo batida: al tener muchas proteínas, ayudarán a reconstruir la piel.
Para hidratar la piel, aplica miel, aloe vera, rodajas de tomate o aceite de caléndula, todas ellas son sustancias con propiedades calmantes y humectantes. Por otra parte, si tienes la piel muy sensible, ten cuidado con algunas de las arcillas que se recomiendan a veces en la web, porque pueden empeorar las quemaduras.
Mosquitos
Puede que ya te hayan hablando de la citronela y sus efectos milagrosos (que te creíste hasta que te diste cuenta de que no funcionaba tan bien). Por suerte, hay otras soluciones.
Puedes hacer una trampa para mosquitos con sustancias dulces y pegajosas, peeeeeero a lo mejor no quieres tener un tarro entero de mosquitos muertos (puaj). Aparte, puedes probar con la aromaterapia, poniendo en un difusor aceites esenciales de limón, eucalipto, ylang-ylang o lavanda. Si te va la botánica en tus ratos libres, pon en marcha un jardín de interior: dale preferencia a la albahaca, los geranios y la menta.
Si ya es demasiado tarde, usa dos gotas de aceite esencial de lavanda, un antinflamatorio natural que también se emplea para las quemaduras. Aplícalas suavemente sobre las picaduras, sin frotar, y repite en cuanto vuelvas a notar picor. Cuidado con los niños: para ellos, el aceite esencial de lavanda debe diluirse en aceite vegetal común.
Dolor de cabeza
Para los dolores de cabeza, prueba primero a acostarte: si eres capaz de quedarte dormido, es posible que todo haya vuelto a la normalidad cuando te despiertes. Si no puedes dormir, intenta masajearte las sienes o ponerte frío en la frente.
¿No funciona? Vale, pasemos a cosas más serias: las inhalaciones. Hacer vahos con romero, menta o lavanda tiene propiedades calmantes para el dolor de cabeza. Completa este tratamiento con una tisana dulce a base de mejorana, verbena o jazmín, para un mejor resultado.
Última solución: mezcla canela en polvo con agua para hacer una pasta que te pondrás en la frente hasta que desaparezca el dolor. Ya no deberías sentirte mal y, además, acabarás oliendo a pastel.
Sacar una astilla
Una astilla puede parecer una tontería insignificante... y hacer un montón de daño. Para retirarla, no hay nada mejor que una cataplasma a base de bicarbonato y aceite esencial de lavanda.
- Lava la zona dolorida con jabón para que esté limpia.
- Mezcla una cucharadita de bicarbonato con unas gotas de aceite esencial de lavanda.
- Añade el agua suficiente para formar una pasta densa.
- Aplica sobre la astilla y, para que no se mueva, tapa con gasa y esparadrapo.
- Después de una o dos horas, la astilla debería haber salido, así que ¡a por las pinzas! :O
Destapar la nariz
Si tienes la nariz tapada, prueba a hacer vahos con aceite esencial de tomillo o eucalipto y remátalo con una buena infusión de tomillo (aunque te parezca estar bebiendo una versión líquida de algún asado).
Para taponamientos persistentes, puedes probar con un emplasto de semillas de mostaza:
• Mezcla unas cucharadas de semillas de mostaza machacadas con una taza de harina de trigo y un poco de agua.
• Ponte vaselina en el pecho y aplica la cataplasma encima. ¡Ojo, no lo dejes más de 15 minutos o podrías quemarte!
Ampollas en los pies
Si tienes una ampolla pequeña que no te duele y no vas a repetir la actividad que la generó, no hagas nada: se curará sola.
En cambio, si se trata de una ampolla grande que duele mucho, hay que pincharla:
• Coge una aguja esterilizada (puedes calentarla con un mechero o mojarla en alcohol de 90°), y pincha la ampolla en un lateral con mucho cuidado. Deja la piel en su sitio, servirá como apósito natural.
• Aplica sobre la ampolla esa fina capa que hay entre los gajos de la cebolla y tápalo con un apósito, renovándolo mañana y noche. La cebolla es como una pomada cicatrizante natural. También puedes lavar la ampolla con vinagre blanco, un antiséptico natural.
• Protege la ampolla con un calcetín de algodón cuando salgas, pero déjala al aire el resto del tiempo.
Bebidas para combatir enfermedades
Para darle un empujoncito extra al sistema inmune, facilitar la digestión o mejorar la circulación sanguínea, hay que surtirse de antioxidantes.
Los antioxidantes se encuentran en frutas y verduras. Para tomar las 5 raciones diarias recomendadas de fruta y verdura, no hay nada más fácil que hacerse brebajes y bebidas energéticas desbordantes de vitaminas. Prueba un grog a base de jengibre y miel para el dolor de garganta y el goteo nasal, o el café de diente de león para hacer una pausa saludable.
Infusiones de hierbas de todo tipo
Antes de irte a la cama, quizá te cueste trabajo relajarte o que te entre sueño. Una tisana caliente por la noche o por la mañana pueden proporcionarte innumerables beneficios, ya que las hay tan variadas como útiles. No hay que confundirlas con el té: las tisanas o infusiones no contienen cafeína, que es estimulante. Si quieres librarte de pequeñas molestias como los nervios, la náusea o la artritis, las infusiones te ayudarán a curarlas.
Las tisanas calmantes contienen alcaloides y aceites esenciales y, a menudo, son hipnóticos y sedantes naturales. Para dormir mejor, opta por la tila, la manzanilla o la valeriana. Si combinas componentes como la melisa y la valeriana, puedes conseguir los mismos resultados que tomando benzodiacepinas, ¡pero sin los efectos secundarios!
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