Inspirados por el yoga, la hipnosis y la meditación, el desarrollo de Dodow nos ha llevado a estudiar los métodos alternativos que existen para solucionar los problemas de salud, donde la cuestión del sueño no es más que una primera etapa.
Hoy queremos compartir contigo nuestras investigaciones y hacer que descubras consejos de salud y bienestar fáciles de poner en práctica.
Obviamente, dormir bien conlleva una inmensa cantidad de beneficios (el más notable, la capacidad de mantenerse despierto todo el día), pero ¿sabías que dormir demasiado poco puede tener consecuencias desastrosas?
Por suerte, con Dodow vas a aprender a dormirte y así no perderás más tiempo. Echemos una ojeada a algunas de las principales razones de la falta de sueño y a sus efectos, por si te tienta la idea de pasar demasiadas noches en vela.
Cuando duermes menos, el organismo se convierte en una fábrica de grasa, es decir, produce y almacena grasas, y tú eres la principal víctima de esta catástrofe. Un estudio del Instituto Nacional Francés del Sueño y la Vigilia revela que la gente que duerme menos tiempo tiene más probabilidades de ser obesa (un 50% más en el caso de los hombres y un 34% más para las mujeres). En pocas palabras:
- El cuerpo disminuye la producción de leptina.
En consecuencia, y aunque probablemente no te des cuenta, comes más cantidad y te apetecen más los alimentos grasos y dulces y picar entre horas (tu cuerpo siente lo débil que está e intenta por todos los medios recuperar algo de fuerza).
- El metabolismo se altera.
No tolera igual de bien la glucosa, con lo que aumenta el riesgo de desarrollar diabetes tipo II. A largo plazo, si duermes menos de 6 horas y media por noche, esta tolerancia puede disminuir un 40%.
- El organismo aumenta los niveles de cortisol.
Esto debilita tu sistema inmune y puede provocar hipertensión, entre otras cosas.
La obesidad es todavía más peligrosa, puesto que desencadena un círculo vicioso de malos hábitos de sueño: debido al exceso de grasa, el aire no circula tan fácilmente hasta la tráquea y los pulmones, lo que puede producir apnea obstructiva del sueño y despertares nocturnos breves debidos a la sensación de asfixia.
Si viajas con frecuencia a lugares lejanos, probablemente el jet lag sea un viejo conocido tuyo. Puede que incluso hayas conseguido domarlo a fuerza de costumbre.
También llamado arritmia circadiana, este desagradable síndrome aparece cuando viajamos a una zona horaria distinta y alteramos nuestro reloj biológico. De cada 4 viajeros, 3 dicen sufrir jet lag. Volar de norte a sur o viceversa apenas tiene repercusiones (las zonas horarias casi no cambian), pero viajar de este a oeste será mucho más peliagudo... ¡porque los viajes son más largos!
Al viajar de este a oeste, el avión vuela contra el viento y contra la rotación de la Tierra. Si vives en Nueva York, un viaje a París se te hará más corto que uno a Japón, porque lo es.
Cuando has dormido mal (o, peor aún, nada) lo primero que notas es que estás totalmente exhausto. Con una o dos tazas de café, podrías engañarte y pensar que todo irá bien y que serás capaz de seguir adelante con tu día como si nada, ya sea de peluquero, conductor de autobús, operario de sierra eléctrica, operador de códigos nucleares...
Al contrario, evita actuar como si todo fuera bien porque no es así, todo va más bien fatal, aunque ni siquiera puedas darte cuenta debido a tu lamentable estado:
- Es más probable que cometas errores y tengas accidentes.
Según la National Sleep Foundation (Fundación Nacional del Sueño), con menos de 6 horas de sueño por noche, triplicas el riesgo de tener un accidente de tráfico. Si eres torpe por naturaleza, tu camisa blanca peligrará cuando estés comiendo esa rica pasta con tomate.
- Eres menos atractivo y no tan majo.
Un estudio de la revista científica SLEEP concluye que la gente que duerme durante periodos de sueño más cortos se siente más triste y es vista por los demás como menos atractiva. Los centros emocionales del cerebro se vuelven un 60% más reactivos y te lo tomas todo como algo personal (lo ves, te digo que no eres tan atractivo ni tan majo y te rebotas, cálmate y echa un sueñecito).
- Tienes muchas papeletas para ser menos listo.
La falta de sueño también es sinónimo de pérdida de masa encefálica. Mira si no es para preocuparse. Con una noche de mal dormir ya se encuentran en la sangre moléculas destinadas a curar heridas en el cerebro, según SLEEP.
- No te acuerdas de las cosas
Durante la fase de sueño lento y profundo (una de las etapas del ciclo del sueño), se consolidan los recuerdos, grabamos en la memoria lo que ha ocurrido durante el día. Si no duermes... pues no grabas nada. Para rematarlo, estás tan cansado que eres incapaz de concentrarte.
Cuando pasas una mala noche, es más probable que pilles varias enfermedades, algunas más preocupantes que otras.
- Es 4 veces más probable que sufras un ACV (accidente cerebrovascular).
La gente que duerme menos tiene el doble de calcio en sangre. Más calcio conlleva la posibilidad de que las arterias se obstruyan. Aquí llegan los derrames y los infartos...
- Más probabilidades de tener cáncer.
Tienes un 50% más de probabilidad de desarrollar un adenoma colorrectal (un tumor del colon que puede devenir maligno) y cáncer de mama, también hay una considerable prevalencia de cáncer entre quienes sufren apnea del sueño.
- Dolencias gastrointestinales, infecciones virales, dolores de cabeza...
Las defensas de tu sistema inmunitario están perjudicadas y acabas pillando todos los bichos que pululan por ahí.
- Mayor riesgo de muerte y depresión.
No es que queramos romperte la burbuja, es la verdad. Ya habrás entendido que, con todos esos riesgos de más, mucha gente se va al hoyo antes de lo planeado. Según un estudio que SLEEP llevó a cabo con 1.700 sujetos y durante muchos años (entre 10 y 14), los hombres que duermen menos de 6 horas por noche muestran un aumento en la tasa de mortalidad, incluso después de tener en cuenta factores como la diabetes y la hipertensión.
Perdido como estás, incapaz de afrontar las noches de insomnio, pues qué le vas a hacer, habrá que tomar una pastilla para dormir... Pues no. (Aunque si estás aquí leyendo, probablemente hayas decidido ya no ir por ese camino).
Hay numerosos y muy completos estudios sobre los somníferos, así que solo vamos a mencionar las cosas más importantes que pensamos que debes saber:
- Aumentan el reflujo gastrointestinal.
- Aumentan la tasa de mortalidad en 4.
- 35% más probabilidades de tener cáncer.
- Empeoran el Alzheimer.
- Causan pérdida de memoria.
- Aumentan los accidentes de tráfico.
- Pueden provocar adicción.
Así que nada de pastillas para dormir. Entonces, ¿qué?
Entre los distintos métodos para conciliar el sueño, la hipnosis es una técnica empleada por algunos terapeutas. La hipnosis ericksoniana se basa en el trabajo de Milton Erickson y en sesiones cooperativas entre paciente y terapeuta. Se lleva al paciente a un estado de relajación profunda en el que encontrará por sí mismo la solución a sus problemas. La hipnosis se utiliza para:
- Aliviar el dolor crónico.
- Dejar hábitos perjudiciales o indeseados: fumar, picar entre horas, morderse las uñas.
- Manejar el estrés.
- Curar el insomnio.
La hipnoterapia de Erickson puede resultar particularmente útil para ayudar a que los niños se duerman. El equipo Dodow se interesó por este aspecto y escribió Oda y el dodo maravilloso, un cuento hipnótico para que los niños concilien el sueño. Los niños no tienen el mismo reloj biológico que los adultos y el sueño es especialmente importante para ellos.
Sin embargo, ten cuidado y no vayas a creer que la hipnosis terapéutica es cosa de magia. La hipnoterapia forma parte de la psicología médica con verificación científica (aunque aún es un método debatido).
¿Seguro que quieres seguir posponiendo esa cosa tan importantísima que tienes que hacer, y acabar dedicándote a hacerla esta noche?
¡Esperamos haberte hecho cambiar de idea sobre lo de no dormir! :)
